Mi alma está revuelta. Mi alma está sufriendo bajo el peso de sombras negras del pasado. Ya he dicho que estoy cansada de verlo todo triste… Ya he dicho que sé que debo crear el hábito de ver las cosas mejor, de buscar estar bien, de dejar atrás el dolor y abrazar lo bueno…

Me cuesta. Ayer me di un regalo y hoy me lo he quitado. Estoy con miedo de que me abandonen a mi suerte. Estoy con miedo de que no me quiera nadie… Estoy, estoy… cayendo… en la espiral otra vez, igual que anoche, igual que esta mañana… Basta… 🫠

Respira, Ari.

He abierto mi editor de texto para escribir las cosas al revés. Quiero pasar al otro lado del espejo, aunque sea con palabras. Aunque vea el vaso medio vacío –o directamente vacío–, quiero llenarlo o verlo medio lleno… aunque sea un momento, con palabras tecleadas en una pantalla azul metálico oscuro en la que brillan letras de un gris tenue y agradable…

Estoy viva.

Estoy a salvo en una casa donde me han acogido.

Tengo trabajo y busco siempre aprender a hacerlo mejor. Confían en mí.

Hay personitas que me quieren en muchos lugares del planeta.

He llegado a conocerme de una manera que jamás pensé que conseguiría.

La gente me ve y –citando a más de alguna mujer– me siente como mujer. No solo es el aspecto… Es el alma.

Soy sensible y le he perdido el miedo a serlo. Río, lloro, me enfado… He hecho las paces con mi corazón. No siempre lo entiendo, pero siempre confío en qué siento.

He recuperado mi sexo. Si me acurruco en el placer es porque lo busco, porque me hace sentir bien.

Me siento respetada.

Me gusta mi cuerpo, aunque a veces me frustre. Me gustan las sensaciones que me da, me gusta estar aprendiendo a cuidarlo, me gusta que esté bonito y me gusta sentir que nadie me juzga.

Me siento acompañada. Sé a quién acudir cuando me siento sola.

Me gusta verme escribiendo. Durante muchos años soñé con escribir… y aquí estoy, escribiendo sobre mí, cosa que me había prohibido muchas veces. Me gusta porque no sé casi quién me lee… Simplemente me lee el universo.

Me gusta ser vulnerable, me gusta ser delicada. Me he vuelto más amable. Y los demás me pagan con amabilidad.

Tengo dentro un fuego increíble, lleno de energía, lleno de sensualidad, lleno de vida… Poco a poco lo he ido dejando salir. Poquito a poco. No hay prisa.

He aprendido a ser responsable con el dinero. También he aprendido a que darme caprichos, que una puede ser más liberal con el dinero y que no pasa nada.

Cuando algo me duele en el alma, ya no lo ignoro, ya no lo ahogo. Me he hecho amiga de mí misma.

Soy lesbiana y eso es súper guay… y a alguien también le parecerá guay.

Soy trans y eso es súper guay. La perspectiva que me ha regalado esta vida no la cambio por nada. Cuando a nosotras algunas culturas nos ha dado posiciones de sanadoras, creo cada día más que es por algo. Aprenderé a sanarme y, luego, a ayudar a otros.

Me estoy aficionando al café de especialidad… No pensé nunca que me volvería una friki culinaria. Me gusta el pellizquito y la fantasía boba de… oye… ¿y si me meto en esto?

He aprendido mucho de sexología. A veces me complica, pero oye… de puritana total a abrazar una ciencia “prohibida”… Una ciencia y una forma de verse integralmente como digna de amor en todas sus formas.

Sigo siendo linuxera, sigo escribiendo código amateur, sin calendarios ni prisas… A veces me paso temporadas sin escribir una línea, a veces me paso noches enteras depurando un puntero de memoria… Me siento orgullosa de la infraestructura loquísima que sustenta este blog.

Tengo muchos talentos. Quiero aprender a gestionarlos mejor. Soy muy rica en eso.

Sonrío incluso cuando me falta la mitad de los dientes de arriba.

Siempre mantengo la esperanza. Sueño poquito, pero algo sueño. No tengo claro el camino, pero camino.

Tía, que casi me maté dos veces y una fue el mismo día que me descubrí como Ariadna… y aquí estoy. Viva.

Y pongo como foto una foto feliz. Porque, sí, cuando estoy dramática, aterrada o melancólica soy yo, pero feliz es como brillo más y es como quiero recordarme. 🤩

¡Estoy mejor! ☺️ Pasar al otro lado del espejo es mágico. El vaso está medio lleno.